Un agradecimiento sincero


Un agradecimiento sincero
Sebastián López García
Era viernes, era más de medio día y las nubes cubrían al sol. Iba caminando, con rumbo a la parada de camiones más cercana. Había sido un día cansado, tenía hambre, tenía sueño, solo quería llegar a casa, comer, y dormir todo lo que quedaba de luz de aquel día.
El semáforo marcaba el color verde, una mujer de edad avanzada esperaba, la verdad se veía indecisa y sus manos trataban de agarrar firmemente su bastón, más no le era posible, sus manos temblaban. Me acerqué y le pregunté si necesitaba ayuda, “Gracias joven”, me tomó del brazo y cruzamos.
        Con lentitud se volteó y me dijo que ya casi no existen hombres así de caballerosos, no sabía exactamente qué responderle, solo pude soltar un sincero “Gracias”. Di unos pasos y ella desapareció. Lo que restaba de camino a casa fui pensando, jamás alguien me había agradecido esa cualidad, o más bien, jamás había sentido que estaba haciendo algo bien con respecto a mi amabilidad. No sabía si en cincuenta años las mujeres de la tercera edad se sentirían ofendidas porque un adolescente las ayuda a cruzar una calle, tal vez tuve la oportunidad, porque en unos años será diferente.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cómo ser caballeroso sin ser machista en diez pasos

Los caballero sí tienen memoria