Anacronismos
Sebastián
López García
El carnaval de los Chinelos
está en su máximo esplendor, realizado en Tepoztlán, Morelos. Un pueblo ubicado
en el centro del país a dos horas de la ciudad de Puebla cuenta con grandes
riquezas culturales, un clima sofocante, una población calurosa, la cual te
recibe con amabilidad. La protagonista regresa al lugar de su infancia, al
probar un pozole se le vienen a la mente sus más preciados recuerdos.
El
horizonte está totalmente azul, los rayos del sol penetran las escasas nubes
del cielo, la vegetación es abundante, se puede ver una saturación de colores
verdes en las hojas, unos tintes rojos en las flores. Las mariposas junto a las
calandrias agitan rápidamente sus alas a un lado de la sombra proyectada por
los frondosos árboles.
La
arquitectura histórica, envuelve a la ciudad, desgastada por el tiempo. La
calle empedrada, donde pasan cientos de Chinelos quienes portan capas
coloridas, sombreros con bordados únicos, en la punta unas largas plumas
anaranjadas, máscaras con facciones humanas, unos grandes ojos pintados compuestos
con unas largas pestañas.
Se
escucha una gran multitud de donde provienen aplausos, sonidos eufóricos de
infantes, el zapateo de los Chinelos retumba junto a la vigorosa música,
trompetas, tambores, unas tubas, todos los instrumentos en sincronía con el
motivo del festival. Se percibe el burbujeo del aceite caliente proveniente de
los puestos de comida, acompañado de un olor a pozole con chalupas.
Ella
tiene un pantalón de mezclilla, hace juego con el cielo, desgarrado en la parte
de las rodillas, porta unos tenis deportivos blancos, relucientes como un
clavel blanco. Usa una diadema roja, la cual recoge su brillante, liso y fluido
cabello que cae hasta su cintura. Su playera de tirantes con una tonalidad
suave apegada al verde.
La
tonalidad de su piel es tan parecida a la de un café con tres cucharadas de
crema, pero un café olvidado, porque su piel está fría como un bloque de hielo,
su piel es tersa como la tela más fina, sus ojos son grandes, su iris negro en
el centro, pero con destellos brillantes en los bordes, parecido a un eclipse
solar. Su labial rojo intenso, combina con su corazón y su profunda sonrisa.
Su
interior está inundado de sensaciones, un nudo en la garganta, un corazón
agitado, pero en especial su mente, se encuentra en un momento de evocación
profunda. Su niñez, sus amigos, los lugares, las personas, las edificaciones,
la comida, todo enmarcado en su cerebro, todo depositado en la nostalgia.
Deleita
un exquisito pozole de la región, mientras su mano izquierda sostiene la
cuchara sumergida en el caldo, su mano derecha, extendida, abraza al plato por
la parte de abajo. La espalda recta, recargada en la pared, unos hombros
relajados, con un pie firme, encajado en el muro.
El
pozole con tonos rojos, servido en un plato de barro con figuras a los
costados, de donde sale un denso vapor, con grandes trozos de carne y maíz en
el fondo. En la parte superior unas rodajas de rábano, un puñado de lechuga
fresca, un limón partido a la mitad, cada ingrediente parece estar ahí para
hacer del platillo una obra de arte.
Así
concluye este corto momento, en donde ella se siente identificada con todo lo
dejado atrás, el pueblo donde se convirtió en quien es. Un acercamiento con sus
raíces, la hacen sentir orgullosa, un recordatorio permanente de los lugares pisados
por nosotros, estos nunca pasaran desapercibidos, pero no por lo que son, sino
por las memorias estancadas ahí.
Sebastián López. Me quedo para siempre. Puebla, México, 2018.
La verdad esta muy bueno éste texto ya que me atrapó y esta muy cool el concepto de la fiesta esta muy profundo y el personaje y esta intenso, le doy 5 estrellas de 5.
ResponderEliminarMe encanto tu manera de redactar, me atrapo tu texto realmente, y me gustan muchísimo todas tus metáforas al momento de describir, porque para mi la escritura como el arte que es debe de evocar sentimientos y sin duda lo lograste, mi parte favorita fue lo del labial rojo relacionado con el corazón, plasmaste de una manera increíble mi personalidad, y la supiste adaptar perfecto con el lugar , y la creación de que algo la llevo hasta donde esta, pero que el pasado la hizo crecer de una manera brillante, y como sabe valorar cada pequeño detalle de aquel lugar donde se encuentra. Muchas felicidades
ResponderEliminarDesde el título me parece atractivo. Y el hecho de combinar el personaje que te tocó con el contexto lo hace más realista. Tú habilidad para resaltar las características del lugar es asombroso. A mi me cuesta describir, pero pareciera que para ti es lo más fácil del mundo. Tú escrito atrapa en un 100 por ciento al lector, sin duda me es bastante satisfactorio leerte.
ResponderEliminarPara comenzar, el título que elegiste llama mucho la atención, hiciste un buen uso de metáforas cuando describiste a la chica, y lo complementaste muy bien con el lugar que te toco. Me transmitiste emoción a través de tu escritura, y ese era el punto. Felicidades.
ResponderEliminarCinthya Daniela López Delgado.